jueves, 16 de abril de 2015

La educación permisiva de los esquimales.

   George Spindler portrait
   George D. Spindler
    
"Los niños esquimales reciben un trato tolerante y permisivo. Los encargados de cuidar a los niños son diversos, no existe un horario para el sueño o la comida y el destete es gradual.

La creencia popular americana conduciría a suponer que los niños criados tan permisivamente acaban convirtiéndose en consentidos; pero no.

El calor y afecto que se les da a los niños les confiere un profundo sentimiento de  bienestar y seguridad. Los pequeños se sienten importantes porque aprenden pronto que de ellos se espera que sean miembros trabajadores y provechosos de la familia. Esto se inculca incluyendo a los niños en la esfera de las actividades cotidianas, inclusión que les proporciona sentimiento de participación y cohesión familiar. Esta pauta refleja la visión que tienen los padres de la crianza de los niños. 

Los adultos sienten que tienen más experiencia en la vida y que su responsabilidad es compartir esa experiencia con los niños. 
Un niño de cinco años obedece no porque tema el castigo o la pérdida de amor, sino porque se identifica con sus padres y respeta su juicio. Cuando alcanzan los 4 o 5 años de edad, el carácter demostrativo que inicialmente tienen las acciones de sus padres se modera, de forma que estos se conducen exhibiendo un mayor interés hacia las actividades y los logros de los niños. 

  Aunque a los niños se les concede una autonomía considerable y se tratan con respeto sus caprichos y deseos, se les enseña también a obedecer a todos los adultos. Y aunque no se les carga de responsabilidades, deben tomar parte activa en las tareas familiares. 

Durante los primeros años las responsabilidades son compartidas y dependen de la disponibilidad de cada uno. Sea cual sea su sexo, es importante para el niño saber desenvolverse en una amplia variedad de tareas y prestar ayuda cuando se le necesita. 

Conforme crece se le van asignando responsabilidades más específicas y acordes con su sexo. Aunque se reconoce que existe una división del trabajo según el sexo, no es una división rígida en ningún tramo de edad. Los miembros, chicos y chicas, pueden asumir generalmente las responsabilidades del sexo contrario cuando surge la necesidad, si bien en la forma de una disposición auxiliar. 

  Aprenden a ver a los adultos como personas gratificantes y no amenazadoras. No se les excluye de los asuntos de la vida adulta. Se les anima a asumir responsabilidades apropiadas a su edad bastante pronto. Participan en el curso de la vida. Aprenden a través de la observación y la acción. Pero no por ello los esquimales adultos abandonan el aprendizaje al azar. Dan órdenes, dirigen y reconvierten la conducta de los niños, pero sin hostilidad. 

Viven en un clima extremadamente imperante. Quizás son criados de este modo porque solo las personas seguras, ingeniosas y de buen humor son capaces de sobrevivir durante un largo tiempo en ese ambiente." 

George D. Spindler, antropólogo y profesor universitario; padre de la antropología de la educación.