martes, 4 de septiembre de 2012

Icnitas en Valencia: un viaje en el tiempo para niños y adultos.



Recreación del Turiasaurus




   Hace unos 150 millones de años, la provincia de Valencia presentaba un aspecto muy diferente al actual. No existían ni las montañas ni los animales que hoy podemos contemplar. Había enormes llanuras surcadas por cursos fluviales que desembocaban en un océano primitivo llamado Thethys.
   En este ambiente, poblado por bosques de coníferas y helechos, habitaban unos de los más espectaculares dinosaurios que jamás hayan existido en la Península Ibérica: el Losillasaurus y el Turiasaurus, saurópodos (herbívoros cuadrúpedos) de más de 30 metros de longitud y 40 toneladas de peso.

Aquí podemos observar los huesos petrificados de un saurópodo (herbívoro), parecido a los dos anteriores en cuanto a su morfología, hallados en el interior de la provincia de Valencia. Museo paleontológico de Alpuente.
Las fotografías fueron tomadas en agosto de 2012.









  En el interior de Valencia también podemos encontrar icnitas (huellas) de dinosaurios de un extraordinario valor científico. Son marcas de pisadas de ejemplares bípedos; son icnitas tridáctilas terópodas (los terópodos conforman un variado y amplio grupo de dinosaurios saurisquios caracterizados por tener una dieta carnívora y el andar bípedo); y también  icnitas tridáctilas ornitópodas. Los ornitópodos también estaban dotados de pies con tres dedos, similares a los de las aves. Fue uno de los grupos de herbívoros más exitosos de su tiempo. A veces, caminaban a cuatro patas.


Aquí, algunas recreaciones de terópodos (carnívoros). Uno de los más famosos es el T. Rex. Este orden (Theropoda) ha pervivido hasta nuestros días bajo la forma de las aves modernas, sus directos descendientes. 






















¿Cómo se forman las icnitas (pisadas)?

 Sobre un lecho de arenas y arcillas quedaron impresas, en el interior de la provincia de Valencia, las huellas de diversas clases de dinosaurios terópodos y ornitópodos. Después, estas pisadas fueron cubiertas por una delgada capa de arcilla que las preservó de su desaparición. Con el paso de tiempo, las huellas se petrificaron y se transformaron en areniscas (un tipo de roca sedimentaria), lo que conservó fosilizadas las huellas (icnitas).


 A continuación, unas fotos de icnitas de terópodos (carnívoros) del yacimiento de Corcolilla, cerca de Alpuente (Valencia).  Estas huellas tienen unos 80 millones de años.
Las huellas están recubiertas con una especie de laca y después pintadas para que se puedan percibir mejor.
Las fotografías fueron tomadas en agosto de 2012.












































Ahora, fotos de la Rambla de Tambuc, Millares (Valencia). Estas icnitas son probablemente de ornitópodos  (herbívoros); tienen alrededor de 80 millones de años.
Estas huellas también están recubiertas con una especie de laca y después pintadas para que se puedan ver mejor (fotos de agosto de 2012).